Beber bebidas alcohólicas se puede equiparar con una tradición nacional. Se encuentran en la mesa tanto en vacaciones como en días de luto, pasan tiempo libre con ellos y se relajan, sin pensar en el daño del alcohol en el cuerpo y su efecto destructivo sobre la salud.
El alcohol etílico es veneno para los humanos. Dependiendo de la predisposición del individuo, incluso pequeñas dosis pueden provocar graves alteraciones en el funcionamiento de los órganos, provocar cambios en el comportamiento y alterar el bienestar general. La falta de medidas y el consumo sistémico de alcohol a menudo provocan el desarrollo de adicciones, cuya lucha requiere considerables esfuerzos físicos, morales y económicos.
Los especialistas de las clínicas conocen de primera mano los peligros del alcohol, sobre la base de los cuales los pacientes reciben una asistencia competente y de alta calidad destinada a eliminar las consecuencias del abuso del alcohol. Los médicos de las clínicas ayudan a hacer frente a los síntomas de la resaca, a eliminar el consumo excesivo de alcohol, a aliviar la intoxicación y también a seleccionar un curso de tratamiento y rehabilitación. El tratamiento farmacológico se proporciona en el hogar, de forma ambulatoria o en un hospital.
Etapas de desarrollo del alcoholismo.
El alcoholismo es una enfermedad que caracteriza la presencia de significado y ansia por el alcohol. Se desarrolla en etapas, pasando por varias etapas.
1ra etapa
La primera etapa del desarrollo de la enfermedad se caracteriza por la aparición de un deseo estable de bebidas alcohólicas. El deseo de beber aparece en situaciones estresantes y emocionalmente intensas, independientemente de su naturaleza (alegría o disgusto).
Etapa 2
La frecuencia del consumo de alcohol aumenta constantemente, aumenta el volumen y la potencia de las bebidas consumidas. Gradualmente, una persona pierde el control sobre la situación, así como la capacidad de evaluar críticamente su comportamiento y acciones.
Etapa 3
El cuerpo se acostumbra a beber alcohol, que se expresa en el debilitamiento de la capacidad de resistir su influencia destructiva. Incluso una pequeña dosis de alcohol provoca intoxicación y su uso posterior no cambia la naturaleza de la afección.
Las consecuencias de beber alcohol
El etanol es una sustancia química que tiene un efecto psicoactivo y la capacidad de provocar una sobreexcitación del sistema nervioso central. Dependiendo de la dosis y las reacciones individuales del cuerpo, beber puede provocar un estado de relajación o ataques de ira incontrolable, llevar a una ligera pérdida de coordinación o amenazar con perder el conocimiento y ataques epilépticos. En las clínicas, los médicos observan una variedad de consecuencias de la ingesta de alcohol, en cada caso, eligiendo una forma adecuada de brindar asistencia.
El efecto del alcohol en el cerebro.
Bajo la influencia del etanol, se producen varios procesos patológicos en el cuerpo, incluida la adhesión de eritrocitos. Las placas formadas ingresan al sistema circulatorio y comienzan a circular en el torrente sanguíneo. Al atravesar los vasos delgados del cerebro, pueden crear un bloqueo que detiene el suministro de sangre. Como resultado, el cerebro comienza a sufrir una falta de oxígeno, lo que lleva a la muerte de las células. Físicamente, esta condición se manifiesta como dolores de cabeza durante la resaca, así como lapsos de memoria.
La repetición regular de la condición aumenta el nivel de estrés, lo que conduce a cambios irreversibles en los tejidos del cerebro. Como resultado, con el tiempo, una persona puede enfrentar enfermedades como la demencia y la aterosclerosis.
El efecto del alcohol en el sistema nervioso.
El sistema nervioso central está sujeto a la acción del estándar. Debido a la relajación forzada, la sensibilidad de las fibras nerviosas disminuye, lo que conduce a la eliminación del exceso de estrés. Pero es precisamente este estado el que se convierte en trampa. Anticipándose a una sensación agradable, una persona comienza a recurrir regularmente a beber alcohol, lo que le enseña al sistema nervioso a relajarse. Sin él, la tensión progresa, creando una carga importante en el cuerpo:
- aumenta el período de preocupación por el estrés y los problemas;
- aumenta la ansiedad interna y la ansiedad;
- el estrés no cede, provocando cambios mentales y físicos en el estado.
El efecto del alcohol en el hígado.
Como cualquier otro veneno y toxina, el etanol tiene un efecto negativo sobre el tejido y las células del hígado. Tan pronto como el alcohol etílico ingresa al cuerpo, el hígado comienza a producir una enzima (alcohol deshidrogenasa) que puede procesarlo y neutralizarlo. Un alto nivel de estrés provoca la muerte de las células hepáticas sanas y su sustitución por tejido adiposo y conectivo. Si el proceso no se detiene, las consecuencias son muy graves:
- se desarrolla insuficiencia hepática: el órgano no hace frente a su trabajo;
- la carga en el tracto digestivo aumenta, la actividad de la vesícula biliar disminuye;
- hay un aumento en el tamaño del hígado, lo que provoca un cambio en la posición de los órganos, un aumento en la carga en el sistema vascular, un aumento en el riesgo de formación de trombos;
- como resultado del agotamiento del hígado, el proceso de utilización de los compuestos de sodio se retrasa, lo que conduce a una mayor formación de cálculos en los conductos biliares y la vejiga.
El efecto del alcohol en el tracto gastrointestinal.
Beber alcohol es perjudicial para la salud gastrointestinal. La membrana mucosa del esófago y el tracto gastrointestinal está en contacto directo con el alcohol, lo que aumenta significativamente los riesgos:
- el desarrollo de úlcera péptica y procesos inflamatorios;
- cambios en la acidez del jugo gástrico, que causa dolor y problemas digestivos;
- el desarrollo de reflujo, que conduce a la aparición de acidez estomacal, quemaduras de la membrana mucosa y el desarrollo de otras enfermedades crónicas.
El daño del alcohol para las mujeres.
El cuerpo femenino resulta ser especialmente vulnerable, el efecto nocivo del alcohol resulta ser más pronunciado y fuerte en comparación con el efecto sobre los hombres. Incluso una pequeña dosis de alcohol puede causar intoxicación. El consumo regular de bebidas alcohólicas provoca efectos destructivos rápidos.
El sistema hormonal es el que más sufre. Beber alcohol se convierte en un poderoso factor de estrés para ella. La carga causa interrupciones en el trabajo de las glándulas endocrinas, suprime el trabajo de los ovarios y las glándulas suprarrenales, la producción de hormonas sexuales femeninas se reduce notablemente, por el contrario, aumenta la síntesis de testosterona. Como resultado, el uso sistemático de bebidas alcohólicas provoca la aparición de rasgos masculinos:
- el timbre de la voz cambia: hay ronquera y aspereza del sonido;
- coordinación de cambios de movimientos;
- se pierde la gracia y el atractivo;
- agacharse aparece;
- ganancias de peso.
El alcoholismo cambia la apariencia de una mujer. El estado de intoxicación y resaca provocan hinchazón de la cara, aparición de enrojecimiento e hinchazón. La piel de la cara adquiere un color terroso y poco saludable, la red vascular se vuelve notable, el blanco de los ojos se enrojece y posteriormente se oscurece. También aparecen círculos oscuros debajo de los ojos. Se forman depósitos de grasa en el abdomen. Se nota el crecimiento excesivo del cabello.
Beber alcohol tiene un efecto negativo sobre el estado de los vasos sanguíneos y las venas. Sus paredes pierden elasticidad, lo que se manifiesta en la aparición de malla vascular cianótica, pesadez en las extremidades, dolor en las piernas.
El alcoholismo provoca la aparición de trastornos metabólicos. El cuerpo pierde su capacidad para absorber completamente los nutrientes, mientras pierde activamente vitaminas y minerales. En este sentido, las manifestaciones de la deficiencia de vitaminas se agravan, la piel y el cabello adquieren un aspecto opaco. Aparece la fatiga, desaparece la resistencia, se pierde la actividad.
Beber con regularidad afecta al sistema reproductivo. El alcohol provoca alteraciones en el funcionamiento de los ovarios, lo que conlleva la ausencia de ovulación y dificultades con la ocurrencia del embarazo. Si la concepción ocurre en el contexto del consumo sistemático de alcohol, los riesgos para el feto aumentan significativamente. Como resultado, un niño puede nacer con patologías graves y trastornos del desarrollo.
Sin ayuda calificada, es más difícil para las mujeres hacer frente a la adicción y detener la destrucción del cuerpo. En este sentido, ponerse en contacto con la clínica es de especial importancia. Un curso de terapia restaurativa basada en él ayuda a hacer frente a los antojos de alcohol poco saludables. El programa para el tratamiento del alcoholismo femenino se elabora teniendo en cuenta los matices específicos del curso de la enfermedad, lo que aumenta su efectividad en la lucha contra la enfermedad.
El daño del alcohol para los hombres.
El abuso regular de alcohol daña el cuerpo masculino. Las toxinas destruyen órganos y sistemas, las enfermedades crónicas se agravan, el carácter cambia y el estado de salud empeora.
En el contexto de la embriaguez, el nivel de hormonas masculinas disminuye, lo que conlleva cambios externos: la grasa se deposita en el pecho y las caderas, aparece debilidad muscular, se notan las bolsas debajo de los ojos.
El alcohol es especialmente malo para el sistema reproductivo. Bajo la influencia de las toxinas, el entorno hormonal cambia, la resistencia sexual desaparece, la libido disminuye y aparecen signos de impotencia.
Beber también provoca un problema como una disminución en los testículos. Como resultado, la producción y la calidad del semen se reducen significativamente. La concepción se convierte en un problema. Pero incluso en el caso del embarazo, los riesgos de desarrollar anomalías en el feto aumentan significativamente.
Teniendo en cuenta la gravedad de las consecuencias que conlleva el alcoholismo, el tratamiento en la clínica prevé un abordaje integral del problema. Al mismo tiempo, tiene como objetivo combatir la adicción al alcohol y restaurar el cuerpo.
El daño del alcohol a los adolescentes
Está prohibido beber alcohol durante la adolescencia. Pero debido a las protestas juveniles y el deseo de la edad adulta, estas prohibiciones a menudo se violan. Beber alcohol a una edad temprana es especialmente peligroso. El cuerpo se encuentra en la etapa de formación y formación, y el efecto tóxico del alcohol interfiere con este proceso. El daño del alcohol en la adolescencia es especialmente notable:
- la dependencia se desarrolla rápidamente: incluso pequeñas dosis son suficientes para su formación;
- los síntomas de intoxicación se desarrollan rápidamente y se manifiestan con un brillo particular;
- la psique no hace frente a la carga, que se expresa en la aparición de agresión, ira, irritación, reacciones inadecuadas;
- la memoria disminuye, la capacidad de concentración empeora, el adolescente no puede hacer frente a sus estudios, comienza a retrasarse y degradarse.
El tratamiento de los adolescentes y la elección de la estrategia correcta de intervención terapéutica requiere tener en cuenta las características de su desarrollo y condición física y psicológica. Las clínicas han desarrollado métodos especiales de atención para un grupo de pacientes particularmente vulnerable, cuyo uso da buenos resultados.
Dosis inofensivas de alcohol
La variedad de bebidas alcohólicas y su disponibilidad crean la impresión de que son seguras e inofensivas para beber. Pero la opinión de los científicos en este asunto sigue siendo categórica: el alcohol es perjudicial para la salud en cualquier dosis. Dependiendo del nivel de su consumo, este daño puede ser mínimo o crítico. Se ha comprobado que el consumo habitual de alcohol puede provocar enfermedades, así como provocar una exacerbación de las dolencias existentes.
El pensamiento crítico y la comprensión de la gravedad del problema son necesarios en cualquier situación, incluido el tema del consumo de alcohol. Mucho depende de las preferencias, actitudes y directrices personales, así como de la salud. Es más fácil para alguien excluir por completo el alcohol, alguien admite la posibilidad de su uso periódico.
La investigación científica sugiere que los riesgos de formación de dependencia serán mínimos si la dosis diaria de etanol no excede los 12/24 gramos (la norma para mujeres y hombres). Es decir, las mujeres pueden beber de forma segura un vaso de vino o un vaso de cerveza al día, el cuerpo de un hombre puede soportar un par de vasos de vino o 0, 6 litros de cerveza. Sin embargo, no debe tomar estos números como una guía directa para la acción. Beber todos los días no es beneficioso y puede crear una base para la formación de adicciones, que eventualmente tendrán que ser tratadas.